Otro viernes más y otra hamburguesa más. Hoy os presentamos la reseña del Nickel Burguer en el Arenal (Sevilla). Es fantástico no tener que encargarme de buscar hamburgueserías y delegar eso en mi compañero, porque de esta forma siempre es una sorpresa para mi. En este caso hicimos algo que normalmente no solemos hacer: Avisar. Ya sabéis que lo guardamos todo en secreto, pero esta vez decidimos contarlo con antelación. El motivo de hacerlo así es ver si notábamos algún tipo de trato diferente, pero, «¿Donde vais flipaos?» Estaréis pensando.. pues si, no somos nadie.. así que como era lógico no notamos nada. ¡Nah!, No nos echéis cuenta, paranoias nuestras..
A lo que vamos.. Llegamos al local después de dar un par de vueltas y comprender que había que aparcar en el Parking, dado que la zona es céntrica y tener potra para coger sitio es prácticamente imposible y menos un viernes a las 14:45. Una vez aparcado el cochazo de Migue nos dispusimos a entrar en el local, no sin antes verlo por fuera. Aquí tenéis un par de fotos:

It’s Burger Time chavales
El local es grande y tiene como dos fachadas, y en todas hay ventanales con mensajes en inglés tipo «It’s burguer» time y sucedáneos. Están guay para ambientar, aunque digo yo, en español tampoco habría pasado nada ¿No?. El local estaba muy bien terminado, luminoso y espacioso. Tampoco era inmenso, pero si grande y cómodo.

El local es realmente alargado
En la puerta puedes ver la carta, es importante hacerlo y no es para menos, porque es super configurable, pero «a tope de la cope» y luego lo comprendes cuando te dejan fuera de juego al llegar el camarero y empezar a preguntarte si te gustaría alguna combinación en concreto, con las consiguientes miles de combinaciones posibles que puedes elegir. Punto positivo ahí porque abre muchas posibilidades. Además de eso como podéis ver en la foto, tienen servicio de entrega como Glovo. Y lo siento por Glovo, pero son bastante explotadores. Pero esa es otra historia que no toca hoy. ¿Os había mencionado que es nuestra web y aquí no hay censura? ou yes…En fin, ahí tenéis al negrote entrando en el local. Por cierto, duda existencial: ¿Estrella Galicia tiene patrocinio con las hamburgueserías? Está en todas las que hemos visitado, ¿Cómo es posible?.
Vale, una vez dentro vemos predominio de dos colores básicos: Marrón madera y negro. Una muy buena combinación que lo impregna todo, desde el interior hasta los marcos y rebordes de las ventanas. El que ha decorado esto ha pensado y meditado cada cosa y se ve que está bien rematado.

Combinación de colores acertada
El suelo es cemento tipo industrial que combina bien con la estética del local, así que por ahora nos está gustando. Se ve limpio, bien terminado y como decíamos grande y espacioso.

Decoración homogénea del local
La decoración hacía mucho hincapié en «Somos especiales» «Burger Experience» etc.. como diciendo que lo que vas a experimentar allí es diferente, y la verdad es que no les faltaba razón porque lo que encontramos aquí era el RPG de las hamburgueserías, pero eso lo veremos luego. Querido lector, te veo venir, y se que vas a ir a Google a ver que es RPG, te lo digo yo, juegos de ROL en donde lo primero que haces es configurar el personaje, con todo: Pelo, piel, tamaño, ojos, tipo de cara, etc… pues aquí igual, tienen recetas pero cuando ves que tienen un «Configurador» de hamburguesas es cuando ya dices «Joe se puede hacer de todo» y aunque a veces pueda ser apabullante, mola pero mucho. En nuestro caso, elegimos una receta hecha, pero eso lo veremos más adelante.

Si es que está hecho un modernito
Ya una vez sentados, y antes de que llegase el camarero a ponernos las cosas, empezamos a ver detallitos. El primero que me gustó fue la silla. Sencilla, muy rígida, de madera negra a juego con los colores de todo el local, y aunque os parezca una tontería encajaba perfectamente. Detalle tonto y a priori irrelevante, pero vas sumando detalles y detalles…

Sillas con un toque distintivo
Otro detalle bonito y curioso fue la servilleta. Una servilleta de las buenas, de las que secan y hacen su función como dios manda. Grande, plegada, más que suficiente y como todo, personalizada para el restaurante. Con su nombre y un juego de palabras curioso: «Nice to meet you» que significaría «Encantado de conocerte» pero ellos han cambiado el Meet por Meat que es carne, con lo que realmente dice «Encantado de Carne a ti». Detalle gracioso e ingenioso. Buen marketing aplicado, vaya. De nuevo «Los detalles».

Detalles, detalles.. el arte está en ellos
Una de las cosas que hacemos como buenos frikis es contar el tiempo que tarda el camarero en atendernos y en esta ocasión estuvo bien, tirando a rápido, lo cual suma puntos para el servicio. El chico que nos atendió era super simpático y además se para contigo para contarte todo lo que tienen, que no es poco, porque la carta es maravillosa. Tiene detalles por todos lados y el configurador de hamburguesas que es..pff para echar un rato y elegir que hamburguesa quieres crearte para ir rodando hasta tu casa.

Una carta realmente bien hecha
De nuevo nos encontramos con una carta detallada, excelentemente hecha y con una cabecera donde han quitado a Napoleón y han puesto un tío con una hamburguesa: Super original y moderna. La carta tiene entrantes y bastantes cositas para elegir. Y luego el configurador, que es brutal por las posibilidades que tiene. La web, por otra parte, está muy bien hecha y era «responsive» con los móviles de forma perfecta (Que se ajusta sola a las pantallas), lo que evidencia que esta peña no ha dejado títere con cabeza. Han cuidado todos los detalles y me corto un dedo a que alguien dijo la frase de «La cadena es tan floja como el eslabón más débil» y no hay por donde pillarlos. Te puede gustar más o menos, pero han cuidado todo. Nosotros en nuestro afán gordil pedimos Tequeños de Queso, por cierto.

Ricos pero algo caros
Una cosa curiosa es que, aunque a priori nos parecieron algo caros (9€ y venían 6) cuando fuimos a cogerlos parecían rellenos de plomo. ¡Joder! como pesaban. Parecía que habían condensado ahí 2 kilos de queso. Era denso y contundente como pocas cosas. Sabrosos y con un hojaldre riquísimo. Le preguntamos al camarero si eran caseros, porque eran irregulares en forma, sabrosos, bien hechos y muy muy ricos. El chico nos dijo que no, que los compraban, pero que los habían buscado mucho hasta dar con los de calidad, y que por eso tenían ese precio. Podría haberse marcado el punto de «Son caseros» y nos lo habríamos creído, pero «gallifante» para el camarero por sincero.
Vale, vamos a reconocer algo: Llegamos con tantísima hambre, que cuando llegaron los tequeños casi nos gruñimos por coger uno. Que hambre, madre mía. Y lo digo porque fue comernos los 3 tequeños y con lo que pesaban nos alivió un montón esa hambre de lobo ártico. Por otra parte quiero comentar algo que creemos que hay que resaltar. No nos pusieron cubiertos, y eso es algo que hemos criticado en otras ocasiones. Pero, y aquí viene la estrategia, y por lo que se libran de nuestra crítica, es por la forma de no hacerlo: No es lo mismo que no te pongan cubiertos y te sirvan unas patatas en un plato normal, que no te pongan cubierto porque te van a preparar la comida en recipientes verticales para que no tengas que usarlos. Lo volveré a decir: «LOS DETALLES». Si, es cierto, no nos pusieron cubiertos, pero no por dejadez, sino porque todo se presentaba en formato vertical, fácil y diseñado para cogerlo con los dedos y que te incitaba a hacerlo así, como podéis ver en los tequeños, que estaban presentados en un cuenco y además con un recubrimiento con el nombre de la hamburguesería. Ah, y los vasos de cristal. Ejem Ejem..

Tanto donde elegir
Venga, vamos a ir centrándonos en lo importante. Como os decimos la carta era inmensa, así que preguntamos cual era la más famosa. En este caso elegimos la Barbie-Q con extra XXL. Este es de los pocos sitios donde pasa TOTALMENTE LO CONTRARIO: La foto es mucho más pequeña que la realidad y ahora veréis por que. En cualquier caso, vamos a pecho descubierto. Por cierto, para que todos lo sepáis, cada vez que vamos a la hamburguesería y nos comemos los entrantes, hamburguesa, etc.. ese día no cenamos, al menos yo. Si, en serio, son comidas grasas y a mi personalmente me dejan bastante fuera de juego, mi cuerpo pide agua y sofá. El día que comemos una burguer no se cena. (Bueno depende de la hamburguesa, claro).
Y con vosotros: La hamburguesa BARBIE-Q:

Pedazo de presentación
Observar los detalles. La cajita con una moneda de níquel, las patatas en su cuenco listas para coger con la mano, el salvamanteles personalizado. Todo cuidado al detalle. Este tipo de cosa son por las que luego puedes pedir un precio algo más elevado para una hamburguesa. Y ahora mirad al abrirlo:

¡Qué pintaza!
Si esto no es una buena presentación, que baje dios y lo vea. Chapó por los chavales. Además el envoltorio tiene la historia de la moneda y por qué se llama Nickel el restaurante. Todo bien hilado y presentado. Ahora centrémonos en la hamburguesa: ERA ENORME. El pan brillaba y se notaba que le había dado un mimo y un tostado exquisito. Al inspeccionar por dentro la hamburguesa vimos una muy buena disposición de los elementos.

Todo en su sitio
La cebollita crujiente, el beicon bien tostado y su salsa barbacoa aplicada en cantidad justa. Queso fundido y todo en proporción aceptable. ¿Y que tal era la carne? Pues como siempre, realizamos el ritual de coger un pellizco de carne y probarlo sin nada. En este caso aunque pedimos la carne al punto, nos llegó algo menos hecha, con un poco más de líquido intramuscular, un poquito por debajo «Del punto». Y esto fue muy acertado porque estaba increíble. La temperatura era perfecta, caliente como debe ser, sabrosa, de textura consistente y color genial. La carne por si misma tenía un sabor muy rico en paladar y sobre todo jugosa y una vez la masticabas se deshacía fácilmente. Carne de calidad, sin duda.
Cuando juntábamos todos los elementos, el bocado era rico, sabroso, nada seco y una muy buena experiencia culinaria. Migue y yo nos la comimos disfrutando cada bocado y sabiendo que iba a tener buena nota, porque realmente estaba rica, muy muy rica. La salsa barbacoa tenía su poquito de picante, y la cebolla crujía como debe ser. Y a todo eso hay que sumarle que era inmensa. El resultado es que acabamos con el ombligo para fuera. Sin duda estábamos delante de una hamburguesa excepcional a la que se le había puesto el mismo nivel de detalle que al local, y el resultado era de sobresaliente. Chapó Nickel. Somos muy críticos, pero cuando estábamos terminando charlábamos de que leches os podríamos poner mal, porque todo funcionaba bien.

Pan de calidad
Mención también a la calidad del pan. Estaba esponjoso, con sus semillas encima que le dan el puntito sabroso y sobre todo acompaña y da un sabor dulzón que nos gustó mucho. La receta de esta hamburguesa está bien pensada y estudiada y se nota porque los sabores no se pisan, y parecía que estaban en la cantidad justa. Fue un placer notar los crujiditos del beicon quemadito por los bordes. La salsa miel mostaza estaba exquisita también y las patatas estaban muy ricas, además te dejaban elegir entre patata y batata y el condimento que querías echarle por encima, detalles geniales que elevan la experiencia.

Un poco de historia
Nos gustó la historia del Jefferson Nickel, que era lo que valía una hamburguesa hace muchos años, en los comienzos de esta nueva comida para el pueblo. El envoltorio te cuenta la historia, la cual no sabíamos y fue agradable descubrirla. Es por esto que la hamburguesería se llama Nickel. Todo un homenaje a una pequeña moneda que hizo mucho por las hamburguesas. Detallazo.

Esto es de gordos ya. Pura gula
Como somos unos malditos ansias, y la hamburguesa había entrado tan bien, decidimos darle una oportunidad a la tarta de zanahoria. Estaba riquísima y ahora si, había cubiertos, porque para esto si pegaban. Estaba buenísima y de nuevo notabas que era casera y nada industrial. El dulce de leche tenía una textura granulada super rica y aunque sea de zanahoria, no sabe a tal, porque se usa la zanahoria para endulzar más que para dar sabor y el resultado fue un postre que redondeaba la comida.
El último punto que nos queda por analizar es el precio. Es cara, si, pero ¿Muy cara para todo lo que ofrece? Algo cara, entonces. Cierto es que estás prácticamente comiendo en un lugar en donde todos los detalles están cuidados (No es lo mismo el precio de un café en una cafetería de barrio que en un acantilado con vistas al océano, es decir, esas vistas las pagas también), pero aun así, es un poco caro, no podemos decir lo contrario. Sinceramente es el único «Pero» que hemos podido encontrarle a este establecimiento. Los casi 9€ que pagamos por Tequeños nos parecieron algo excesivos, sinceramente. Quizás unos 6€ sería un precio mucho más ajustado y realista para un entrante.

Hay que ajustar algunos precios, el resultado es algo caro.
Una vez superado el escollo del precio, podemos ir confirmando las conclusiones. Nickel Burguer se ha convertido en una de nuestras hamburgueserías favoritas y es la primera en llegar a las 4 estrellas por un trabajo a todos los niveles dignos de mención. Desde aquí nuestra enhorabuena por el esfuerzo de todos los eslabones de la cadena.
Así que esto es todo por hoy. Esperamos que os guste. Si queréis más, seguidnos en IG: Cazadoresdehamburgesas
Un saludo a todos y nos vemos en la próxima reseña.
Puntuación de Nickel Burguer
Ubicación / Local : 8.2
Servicio y atención: 8.4
Comida: 8.88
Precio: 7.12
Nota final: 8.47