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La Vaca Flaca

Bueno pues si, estamos de vuelta… por fin. Decir que estamos hasta los huevos de pandemia y confinamiento, es quedarse corto, pero bueno, habrá que ir aguantando como se pueda.

Hoy toca el análisis de la Vaca Flaca, local ubicado en el polígono PISA, por la zona nueva. En esta ocasión vino recomendado por el primo de Migue, el señor Tuokone. El día estaba gris y lluvioso, pero eso no impidió que como todos los viernes que podemos, vayamos a analizar locales. Siendo estrictos, esto no era una hamburguesería 100% dedicada así que no juega en la misma liga y la verdad que lo notamos nada más llegar. Normalmente solo hacemos hamburgueserías que se dedican solo a eso, pero bueno, había que darle una oportunidad por las buenas palabras que nos dijeron de ella.

Local poco atractivo

Nada más llegar, lo primero que nos llamó la atención es que es un local pequeñito, y poco atractivo visualmente, tipo bar normal y corriente para currantes (Que lo es, dado que está en la planta baja de un edificio de oficinas). Nos sentamos en la mesa, y primer punto negativo: La puerta abierta. Si, estamos en Covid, pero pon algo al menos para estar confortable…que frio por dios. Hubo otra cosa que más adelante necesitamos mucho y que vemos como otro punto negativo: Las servilletas. De las que no limpian… si esas.. de las que parece que te estás dando en un trapo con aceite.

Las peores servilletas del universo

El que inventó este tipo de servilletas merece el infierno… jejeje… bueno no tanto, solo un par de azotes. Cubiertos y vasos normales de bareto, nada destacable ni diseño ni nada por lo que relucir… era un bar normal.. Sin decoración original, o nada que destaque.

0 estética, 100% funcional

La carta tenía cierta variedad y aunque no era nada del otro mundo en diseño (Cosa que valoramos también), cumplía con su función.

La carta. Correcta, nada más.

Cuando pedimos, Migue pidió Coca Cola como siempre (No entiendo como un ser humano come con gas… pero hay de todo en la villa del señor) y yo 1 litro de agua. Cuando la camarera vino le pedimos su mejor hamburguesa y nos recomendó una con trufa… (No salía en la carta). Ahora mismo no recuerdo el nombre, pero era especial y por lo visto la mejor que tenían.. así que pedimos esa. De entrante pedimos alitas de pollo.

La pesadilla de la Coca Cola

El servicio fue correcto, sin ser el más rápido, la verdad. Cuando llegaron las alitas de pollo, fue una sorpresa positiva. Estaban muy muy bien. Muy calentitas, sabrosas, picantillas, bien servidas y en abundancia. Patatas congeladas normales, poco glamour ahí, eso si. Entre el hambre que teníamos y el frio, queríamos comer e irnos.. de hecho conforme acabamos, pedimos la cuenta y salimos zumbando. Entiendo que entre fogones se pase calor, y en este caso se estaría hasta bien, pero los clientes no pueden pasar frio.

Estaban riquísimas estas alitas.

Las alitas estuvieron muy bien, sinceramente. Unas mejores patatas habrían redondeado el producto, pero la verdad es que como entrante está correcto, ni más ni menos. Una cosa que si nos gustó es que al analizar el código QR tienen una web bien hecha, funcional y aceptable, lo cual hay mucha gente que descuida. En este caso funcionaba bien y era bonita. A veces nos choca como se pueden cuidar ciertos detalles muy bien y descuidar otros para mal.

La web era muy vistosa

Una vez comidas las alitas, esperábamos la hamburguesa. No fueron los más rápidos, pero para nada los más lentos, diría que en velocidad tendrían un 6. Se agradece eso si, que a pesar del frío que estábamos pasando la comida llegó muy caliente, tanto las alitas como la hamburguesa, y tiene lógica pues estábamos al lado de la cocina prácticamente.

Y aquí está la hamburguesa. La dichosa hamburguesa. Primero foto del producto:

A veces las apariencias engañan

A priori no tenía mala pinta (Porque no la tiene). Vemos patatas congeladas, huevo frito, trufa, y algunas verduras troceadas por encima. El pan era genérico, sin personalidad, y apenas sabor, más «tipo pan para agarrar» que para disfrutar. La hamburguesa venía caliente, eso si, y se agradece… pero el problema vino tras el primer bocado. La trufa sabía muchísimo, y si, estaba rica, pero joder, no se diferenciaba ningún otro sabor, y ahí debía haber carne…se supone… y ese fue el problema. La carne era de mala calidad o al menos nos lo pareció. Fue dar el primer bocado y mirarnos… y recordad, siempre pedimos lo mismo para poder intercambiar opiniones y en este caso fue instantáneo y unánime. Para empezar el color que tenía era raro, pero oye, eso puede ser así, tampoco es que sea un experto en carne, pero lo que pasa es QUE NO SABÍA A NADA.. Era como si fuese carne industrial, sin tacto, textura, sabor…

La carne no estuvo a la altura

Toda la hamburguesa sabía a PAN-TRUFA-PAN, ni el queso (Que fundido tipo chicle molaba, eso si..) ni el huevo, ni las especias, estaban allí. Había solo TRUFA. Que oye, no estaba mala, pero mataba todos los sabores. Es más, hicimos una prueba. Cogí un trozo de la hamburguesa, le quité la carne y me lo comí, y sabía exactamente igual, con o sin carne. De todas las hamburgueserías fue la primera donde no me como la hamburguesa completa, porque al cabo de unos cuantos bocados, me saturé de sabor a trufa. El ingrediente estrella que se supone que era la carne no estaba presente por ningún lado. El pan no sabía a nada más que a bollería industrial y el resultado era una mezcla que se sustentaba solo en el sabor de la trufa que al rato te satura los sentidos. El veredicto: No nos gustó.

El precio de las hamburguesas es algo caro.

Y ya por último nos queda analizar el precio. 11€ por hamburguesa es lo que cobran de forma general hamburgueserías dedicadas. Nos pareció algo caro para un producto sin personalidad y sin matices (Aunque imaginamos que el precio más caro es por la Trufa). Grande, contundente, pero donde primaba la cantidad sobre la calidad.  No es excesivamente caro, pero nos hubiese gustado una hamburguesa algo más trabajada en cuanto a los sabores. Las alitas tienen buen precio porque estaban muy bien servidas y en cantidad más que suficiente. Por desgracia nos gustaron más las alitas que la hamburguesa. Realmente es algo injusto porque la Vaca Flaca no juega en la liga de las hamburguesería que solemos visitar, ni tampoco se publicita como únicamente Hamburguesería, su finalidad no es esa y le hemos aplicado el rigor de costumbre. Aun así, creemos que hay muchos puntos a mejorar y esta es una opinión de cazadores de hamburguesas como otra cualquiera. Quizás en un futuro volvamos a comprobar si ha mejorado la cosa.

Y hasta aquí nuestro análisis de la Vaca Flaca. Si os ha gustado y queréis leer más, seguidnos en Instagram: @cazadoresdehamburguesas.

 

Puntuación de La Vaca Flaca:

Ubicación / Local : 6

Servicio y atención: 5,4

Comida: 5.8

Precio: 6.3

Nota final: 5.8